Sus características hacen que los guantes de látex desechables resulten ideales para operaciones delicadas, es decir, que exigen destreza y precisión, y en caso de riesgo biológico, o bien cuando es necesario manipular sangre o fluidos corporales de forma repetida o prolongada.
El polvo desempeña un papel lubricante, mejorando la vertibilidad y facilitando así la adaptabilidad del guante.
Los guantes sin polvo se someten a un proceso de lavado intensivo y reciben un revestimiento sintético de polímeros para que tengan las mismas características de los guantes con polvo.










